miércoles, 22 de octubre de 2008

Situaciones especiales (I)

SEIS JUGADORES EN PISTA

El que un equipo pueda jugar con seis jugadores es una posibilidad que no permite el Reglamento FIBA, que ya en su artículo 1.1, en que define el juego, señala lo siguiente: "El baloncesto lo juegan dos equipos de cinco jugadores cada uno". De aquí por tanto partimos. Pero, ¿qué actitud pueden seguir los oficiales ante esta circunstancia? ¿Podemos seguir alguna táctica especial para detectar rápidamente este incidente?

Aquí podíamos utilizar el refrán que dice: "más vale prevenir que curar", aplicándola a nuestro arbitraje. Podíamos utilizar unas medidas simples que puedan evitar o remediar la circunstancia que ahora analizamos, pero bajo el prisma de la prevención.

La maniobra propuesta, que nos podría ayudar, sería la de recontar visualmente a los equipos después de los tiempos muertos o bien estar pendiente en los cambios que el mismo número de jugador o jugadores que sale de la pista es el que entra en ella tras la indicación del árbitro para realizar la sustitución. Pero a su vez, tendríamos una especial atención en las interrupciones de
juego, ya hemos señalado antes dos, las sustituciones y los tiempos muertos; pero a su vez a la vuelta de cualquier intervalo o de cualquier paralización del partido por cualquier motivo, justo en la reanudación, antes de poner los árbitros el balón a disposición de lo equipos, haremos un recuento visual de los integrantes de los equipos, comprobando que existe normalidad en cuanto al número de jugadores por parte de los dos equipos.

Aquí podíamos aludir a las cualidades de equipo arbitral. ¿Qué es eso de equipo arbitral? ¿Quiénes lo forman? ¿Ahora somos equipo arbitral? ¿Pero sólo los oficiales de mesa? ¿También los árbitros?

No es esto algo recientemente inventado, es algo que siempre ha estado ahí, pero que no se ha utilizado con frecuencia en su plenitud, incluso el término nos puede chocar al principio. En pocas palabras, tanto los árbitros, como el comisario, como los oficiales de mesa, conformamos el equipo arbitral. Si en nuestra forma de arbitrar aplicamos técnicas de trabajo de equipo, si actuamos como un solo equipo, seguramente que nuestro arbitraje mejorará, consiguiendo controlar mayor
número de detalles que intervienen en el juego, como puede ser, en este caso, la del exceso de jugadores por equipo.

Pero a su vez.... [Parece que estamos escribiendo una receta de cocina: un kilo de prevención, otro kilo de labor de equipo, ¿ahora qué?, un poquito de perejil o de aceite, ¿qué condimento falta?] Pues sí, falta algo, falta la comunicación entre los integrantes del equipo arbitral.
Si hemos comprobado que ambos equipos tienen cinco jugadores para reanudar el juego, debemos de comunicar al resto del equipo arbitral que no hay anomalías, que todo marcha bien. ¿No? Entonces para qué está la señal número 13 en el Reglamento FIBA, entre las señales
de los árbitros, que indica la comunicación entre árbitros y oficiales de mesa, o también, por extensión, entre árbitros y comisario. Ese brazo extendido, con el puño cerrado, con el pulgar hacia arriba, nos dará el "visto bueno" para que prosigamos el juego, ese "todo está correcto" para continuar el partido. Pero el modelo descrito anteriormente entraría en los que llamaríamos
comunicación visual; para la comunicación entre los oficiales de mesa o entre el comisario y los oficiales de mesa se emplearía la comunicación verbal, dada nuestra cercanía. Cualquier frase corta en que comuniquemos al resto del equipo arbitral, que se encuentra en la mesa de anotadores, que "todo está correcto" puede servir.

Pero si a pesar de todo se produjera el suceso, al que nos referimos, recordaremos lo que indica el Reglamento FIBA, concretamente en las "Interpretaciones Oficiales FIBA", en lo referente a los artículos 18 y 19, precisamente en su situación número 5: "Los árbitros ordenarán que se retire uno de los jugadores de inmediato y sancionarán una falta técnica tipo "B" al entrenador de ese equipo, puesto que es el responsable de asegurarse de que las sustituciones se realizan correctamente y que el jugador abandona el terreno de juego inmediatamente después de la sustitución".
Por tanto, sólo queda aplicar el Reglamento, quedando muy claro que si tal circunstancia es descubierta por los oficiales de mesa con el partido en juego, esperaremos a que se produzca la primera situación de balón muerto para comunicárselo a los árbitros.

A veces el estar en el momento oportuno puede resolver circunstancias complejas; pero en esta situación, la utilización de técnicas oportunas nos hace anticiparnos a futuros problemas. O como dice el proverbio chino: "excava el pozo antes de que tengas sed".

NOS HEMOS EQUIVOCADO DE CANASTA

Esta situación es anómala pero puede presentarse, significando una cadena de despistes generalizados, tanto de los equipos como del mismo equipo arbitral. La situación es la siguiente: al comienzo de cualquier período ambos equipos comienzan atacando y defendiendo la canasta equivocada. ¿Qué procedimiento seguir?

La FIBA en su Reglamento específica "se corregirá esta situación tan pronto como sea posible, sin poner a ningún equipo en desventaja". Por tanto la situación hay que subsanarla pero la matiza aludiendo al principio de no situar en desventaja a ninguno de los equipos. Por tanto la actuación de los oficiales de mesa, si se percatan de la situación extraña, vendrá marcada por este matiz.

Aquí podemos esperar a que el juego llegue a una situación de balón muerto para avisar a los árbitros del error observado. Pero nos puede corroer una duda: ¿vale todo lo anterior jugado del período o nada vale y se tiene que jugar nuevamente? Una más siniestra nos puede asaltar:
¿valdrán los puntos obtenidos por los equipos y las faltas penalizadas tendrán que anularse o no?

Bien, en nuestra ayuda viene el Reglamento, dando una solución que no nos plantea una reconstrucción de las acciones del período transcurrido para obviarlas, ya que indica una solución salomónica: todo lo anterior jugado en situación equivocada por los equipos vale, o sea, valen puntos obtenidos, tiempo transcurrido, faltas señaladas, etc. Solamente los equipos cambian su posición de ataque y defensa. Algún oficial de mesa respira tranquilo. No tuvo que anular las seis canastas que obtuvieron los equipos en ese período, ni las cuatro faltas... Hay días en que todo nos viene de maravillas, hasta la FIBA se acuerda de nosotros, los oficiales de mesa. FINAL

[Final. ¿De qué? No corras, tanto. Si para ayudar a un mejor desenlace de la situación, propusiéramos alguna estrategia preventiva, ¿qué te parecería?]

Si comprobáramos, después de un intervalo, que los equipos están en la dirección correcta de juego, si obedece su colocación en el terreno de juego con la dirección de juego de la flecha de posesión alterna, si antes que los árbitros pusieran el balón a disposición del equipo, que ha de poner el balón en juego, si utilizáramos un método de comunicación para informar bien a los árbitros, bien al resto de oficiales de mesa, bien al comisario, que ha sido comprobada la dirección de juego de los equipos, siendo esta la correcta. ¿Qué opinarías?

Por tanto, evitaríamos el primer párrafo de la situación que hablaba de "despistes generalizados", el equipo arbitral utilizando una de sus técnicas salvaba un escollo, porque demostraba su permanente concentración en el juego, en evitación de posibles errores u omisiones. De aquí el refrán: "hombre prevenido vale por dos".

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